Habilidades de liderazgo: ¿qué no puede faltar en un buen líder? 

Después de todo, los líderes no siempre nacen preparados. habilidades de liderazgo deben aprenderse y mejorarse cada día.

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Existe la idea de que un buen líder debe asumir una mayor parte de la responsabilidad y una menor parte de los resultados. Bueno, eso dice mucho sobre el desarrollo de la personalidad y la mentalidad para el puesto.

Por eso, si sueñas con gestionar un equipo, o incluso ya tienes esta responsabilidad entre manos, es importante conocer las habilidades necesarias para ejecutarla con maestría.

Y de eso es exactamente de lo que vamos a hablar hoy, así que si quieres mejorar tu perfil profesional, consulta el contenido a continuación.

¿Qué caracteriza a un buen líder? ¿Voz activa? ¡No, habilidades de liderazgo!

Seguramente habrás escuchado varias veces que un buen líder es aquel que nunca sufre desafíos, ya que tiene el máximo respeto por parte de su equipo.

Sin embargo, es importante decir que esta visión es un tanto anticuada, al fin y al cabo, con el tiempo los conceptos de liderazgo han sufrido algunos cambios.

La principal es que el líder no trabaja solo, ni debe ser el único referente de su equipo. De hecho, un buen directivo es aquel que brinda condiciones y formación para que cada talento del grupo alcance autonomía y protagonismo.

Entonces, si tener una voz autoritaria no es suficiente para liderar, ¿qué lo es? Simple: habilidades de liderazgo.

Tenga en cuenta que hablamos en plural, por lo que no basta con tener una voz activa o un perfil serio que inspire respeto (y por respeto nos referimos al silencio del equipo).

Esto se debe a que lo que realmente hace a un buen líder es la capacidad de gestionar un equipo de manera organizada, respetuosa y con el máximo rendimiento, lo que requiere mucha preparación.

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5 habilidades de liderazgo esenciales para el mercado laboral

Muchas personas aspiran a puestos de liderazgo pensando sólo en el fuerza eso trae, pero la verdad es que ser líder no se trata de eso.

De hecho, el ejercicio del poder centrado en la conquista de la propia voluntad y siguiendo proyectos con una visión única va en contra del concepto de liderazgo, al no existir un trabajo conjunto.

Comenzamos este material hablando de un buen líder que asume más responsabilidades y menos logros. Por lo tanto, se puede ver que este puesto no suele tener especial protagonismo.

Un buen director de equipo es aquel que puede extraer talento, colaboración e ideas del grupo que contribuyen al éxito del proyecto.

Para lograr este resultado son necesarias algunas habilidades de liderazgo, y son precisamente de ellas de las que hablaremos ahora.

1. Habilidades para ofrecer retroalimentación

Cometer errores al brindar retroalimentación es una de las principales causas de conflictos y falta de compromiso del equipo.

Y, en ocasiones, el directivo cree que está dando un buen feedback, pero lo hace de forma que lleva al empleado a comprender que su trabajo es incorrecto o insuficiente.

Una vez leí una historia sobre un profesional que empezó a buscar trabajo inmediatamente después de recibir comentarios periódicos. En su opinión, la empresa estaba insatisfecha con su trabajo, ya que el directivo sólo destacaba puntos de mejora.

"Dar retroalimentación constructiva no es sólo una habilidad, es un arte que implica empatía, claridad y el deseo genuino de ayudar a otros a crecer".

Resulta que esa no era la intención del líder del equipo, y de hecho le gustó mucho el trabajo del profesional, simplemente no prestó atención a que solo hablar de puntos a mejorar, sin ningún elogio, daría una impresión negativa. .

Entonces, este ejemplo demuestra cómo el líder debe ser responsable de brindar una retroalimentación correcta, ya que una comunicación inadecuada puede dañar la interpretación, lo que impacta directamente en el desempeño del equipo.

2. Escucha activa: la principal habilidad del liderazgo

En medio de conferencias para líderes es común escuchar la frase “un buen líder no es el que más habla, sino el que mejor escucha”.

Esta frase tiene sentido, si recordamos la última parte de la idea que venimos tratando desde el principio (“un líder debe poseer una parte menor de los resultados”), que en realidad significa que un buen directivo no debe ser protagonista. .

Por lo tanto, la única manera de dejar de lado esta sensación de ser protagonista es desarrollando habilidades de escucha activa.

Esto se debe a que esta habilidad te permite escuchar, valorar y actuar sobre las ideas y opiniones de los demás talentos del equipo.

Esto hace que sea más fácil desarrollar talentos, valorarlos e impulsarlos hacia la autonomía y la prominencia.

Entre las habilidades de liderazgo, esta es quizás la más importante de todas.

3. Gestión de conflictos

Querer ser líder sin estar preparado para los conflictos es una idea fantasiosa, al fin y al cabo, por muy bueno que sea el directivo, los desacuerdos son habituales en el trabajo en equipo.

Dicho esto, entre las habilidades de liderazgo, la gestión de conflictos es muy importante, ya que asegura que el equipo se mantenga unido y funcional.

Y cualquiera que crea que un buen líder es aquel que tiene mejores habilidades políticas o de buen carácter está equivocado.

De hecho, estas actitudes a menudo aumentan la competencia dañina en el equipo y esconden los problemas debajo de la alfombra en lugar de resolverlos.

“El verdadero liderazgo se revela en la capacidad de transformar los conflictos en oportunidades de crecimiento y entendimiento mutuo”.

Por ello, la recomendación es que busques formación para este tipo de resolución, y no rehuyas la experiencia, al fin y al cabo, es la única forma de desarrollar plenamente la habilidad.

4. Organización y compromiso con los plazos 

Aunque existen muchos profesionales con este perfil, un buen líder no es aquel que hace prácticamente todo el trabajo solo, y trata al equipo como meros asistentes.

De hecho, un excelente directivo es aquel que ofrece a cada empleado la oportunidad de realizar su trabajo de forma autónoma, y asume la responsabilidad de organizar y gestionar los plazos.

Tenga en cuenta que en este modelo el gerente no se hace cargo de todo, y permite que el equipo desarrolle habilidades, responsabilidad y camine por sí solo.

Pero, para que esto realmente funcione, un buen líder debe actuar para garantizar que los procesos funcionen de forma organizada y dentro de los plazos estipulados.

Esto se debe a que, cuando se trata de habilidades de liderazgo, es el gerente quien debe estar en la posición de ayuda, no el empleado.

5. Reconocimiento del talento 

Si quieres ser gerente porque crees que haces el trabajo mejor que los demás, o que eres más merecedor que todo el equipo, vale la pena reconsiderar esta idea.

Esto se debe a que un líder que cree sólo en su propio talento y valora sólo su propia competencia acaba actuando como un jefe en la práctica, ya que tiene enormes dificultades para proporcionar desarrollo al equipo.

“Reconocer el talento es la capacidad de ver potencial donde otros ven sólo lo ordinario, valorando las habilidades únicas que cada individuo aporta al equipo”.

Entonces, entre las habilidades de liderazgo, el reconocimiento del talento es algo que debe formar parte del perfil y forma de trabajar.

No estamos diciendo que un líder no deba priorizar su propia evolución, o que deba devaluar sus propias habilidades para elevar a otras personas.

Pero recuerde que el papel del gerente es elevar el equipo y valorar los talentos, no hacerlos trabajar por sí mismos y para objetivos particulares.

Finalmente, ahora que conoces las principales habilidades de liderazgo, ¡intenta entrenarlas para asegurar un perfil nítido en el mercado laboral!

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